los muertos de coni

Ayer me dijo mijica que la llevase a un macro supermercado de esos de los que hay miles, que son muy baratos, que hay de todo, y cuando digo de todo, es de todo. ¡Madre del amor hermoso!, cuanta cosa, cuanta comida, cuantas marcas, cuanto de todo…   El súper, creo que se llama, “alhuerto”… así, todo junto… y es que a ella le encanta mirar precios y comparar, creo que en eso se parece mucho a su abuelo, así que, en ese súper, disfruta ella de lo lindo. Pues nos vamos a la sección de las mermeladas… ¡ay Dios!, cuanta mermelada de todas las marcas y sabores, había una de higo chumbo y todo. Ella buscaba de fresa y nos vimos de colores para encontrarla, pero al final la encontramos. Después, buscaba también naranjas, sencillas, simples, de naranja, color naranja… pues había de todo, naranjas de valencia, naranjas con celulitis, naranja cañadú, naranja sangría… ¡yo que sé! cuantas clases de naranjas. Y así, todo el rato, que le dije… “mijica, ¿tú crees que saldremos para el dom

Las piedras nos saludan y nos enseñan sus sonrisas más grandes, los arboles se visten de azul y verde pistacho y se inclinan al pasar… y nos dan los buenos días. Los pájaros se posan en nuestras cabezas y nos preguntan que qué canción queremos escuchar y los bancos de madera se tornan calentitos y acogedores para que nos sentemos. El cielo se vuelve rosa fucsia y las nubes amarillo limón… los aviones que lo surcan, escriben con humo… “que tengáis un gran día” y las mariposas se ponen calentadores y tutus para bailarnos el vals del emperador. Caminamos sobre nubes de caramelo, y piruletas enormes nos acompañan en nuestro paseo… las verjas de las casas se vuelven de regaliz blandito, por si nos acercamos a ellas, percibir el suave aroma y no dañarnos con el frio hierro… Las orugas bailan la samba en la acera y cantan al unísono… y la sonrisa de Rocío, hace crecer el más bello y grande de los arcoíris. Todo eso pasa al pasear con Rocío. Los coches se vuelven de manzana de

Ayer por la tarde me llama mi amiga Maca para que vaya a su casa un ratito. “rin rin rin  (sonido del teléfono, que hoy en día, el mío sonaría así… Hey, i’m in love, my fingers keep on clicking…etc)” y contesto… y oigo su loca voz, que vaya a su casa, que tenemos que dividir el átomo con dos piedras, porque ella dice, que si cogemos dos piedras gordas y las juntamos muy rápido, si pillamos un átomo justo en medio, pues lo dividimos… y es que, claro, Maca y yo casi no tenemos amigos en común, entonces, pues hablamos de otras cosas en vez de hacerle trajes a los amigos, que es lo que mola. Pues voy a su casa y llamo al portero automático, me abre, subo, llamo al timbre de su casa… y la oigo con una voz muy rara que me dice, sin abrir la puerta… “Oni, eera e te ao a uerta”… yo le digo que abra, que baja el perro del vecino y me acojona, que una vez ya me rompió la pata del pantalón a mordiscos. Me abre la puerta y me la veo en bragas y sujetador, con los calcetines puestos y

Me encantan esas películas de casas grandotas, que vive una mujer con sus hijos o un matrimonio… y que oyen ruidos que salen del sótano… que el monstruo vive en el sótano y por la noche sube y se pasea por toda la casa… que el perro se pone en la puerta y ladra y ladra y ladra. Me encantan esas pelis, pero luego lo paso fatal porque, aunque mi casa es pequeña y solo de una planta, se me queda la mente “trabiscorneá” y hasta que pasa un ratito, estoy viendo monstruos por todos los rincones… eso me pasa por tener imaginación chunga. Pues ayer, estaba viendo una peli de esas… y cuando la protagonista se decide a bajar al sótano, porque su hijo le dice que había un monstruo, me sonó el teléfono… ¡ay dios mío de mi alma que susto me di!. Era una amiga que cuida un bebe y tenía un apuro. Resulta que la habían llamado del colegio porque su hijo tenía fiebre y se tenía que ausentar del trabajo un rato, y me llamo para ver si yo le podía hacer el favor de quedarme con el bebe mient

De repente me encuentro contigo, un día cualquiera, a una hora cualquiera, en un momento cualquiera… y te veo sin verte, te veo sin mirarte… pero te siento y te huelo, te intuyo y de repente… tu alma se desnuda ante mí. Te intuyo un ser bondadero, amigable como tú solo, simpatiquero… pero sobre todo, humano. Y es que a mí me emociona encontrarme con un humano, tan de este mundo, que come bolitas de queso y que le encante el cacao… no es usual, no es corriente. Que le moleste tanto el viento, que le arda la cara cuando está en una situación incorriente… y siempre está ahí, arda o no le arda la cara, siempre está ahí, siempre tiene una palabra amable y siempre con una sonrisa atronadora… alentador de almas, acariciador de espiritus. De repente me encuentro contigo, y te hago mil preguntas a las que obtengo mil respuestas… ¿no es alucinante?... y no te conozco de nada y te conozco de toda la vida. Ese señor educado, misteriosamente atento, sonrisado todo el tiempo. Es

¿Os acordáis de aquella canción que cantábamos cuando jugábamos a la cuerda?... Se ponía una chica en cada extremo de la cuerda, moviéndola a modo de cuna, si, de movimiento de cuna… y se cantaba eso de… “al pasar la barca me dijo el barquero, las niñas bonitas la la la etc”. ¿Qué coyóns es la teoría esa moderna del universo de cuerdas?... y digo moderna, porque yo jamás oí eso antes, del universo de cuerdas. No puedo evitar comerme la cabeza con esas cosas. O esa otra de los mundos paralelos. Soy una persona, que por medio de los sueños, a veces, predigo cosas, cosas gordas como la muerte de alguien o una catástrofe o que te viene dinero… y cosas así, pero esto lo he aprendido a lo largo de los años, lo cual, no significa que si ustedes lo sueñan, vaya a suceder lo mismo que me sucede a mí. Yo, por ejemplo, sueño con excrementos y eso es que te viene dinero de algún lado, seguro. O sueño con un cementerio y para mi, por sueños y vivencias anteriores, pues es la muerte

¡¡¡Es un sitio inmenso!!!... Todo son nervios y prisas. La gente corre nerviosa de aquí para allá con los preparativos. La inmensa alfombra roja, los jarrones repletos de flores de todas las especies y de todos los colores y todos los aromas, esas morcillas y esas costillitas de cordero con ese pepino partido… todo recién hecho… “¡que poco glamour!”, dice el organizador del evento… “A ella le encanta y es su fiesta”, dice el cocinero. “¡Oh my god!”, vuelve a decir el organizador del evento… “viene muy deprisa y no nos va a dar tiempo de tenerlo todo organizado”. Preparan la música… un coro enorme y en el centro esta María Callas. Todo es de color azul, azul eléctrico, azul turquesa, azul cielo, azul claro… y desde la tierra, si miras hacia arriba, se ve un manto de rosas… ni nubes, ni estrellas, ni sol… solo rosas y mas rosas, todas juntas, unidas y lanzando un aroma espectacular. “¡Ella ha llegado!”, grita nervioso Pedro a la misma vez que llama al orden a todos… y l