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Mostrando entradas de mayo, 2016

Cristalda

Su nave aterrizo en un desierto. Era preciosa… era como los humanos, pero su piel no era de piel, ni su cabello era cabello. Estaba compuesta por materia desconocida para los terrícolas. Se trasladaba de un sitio a otro de tal manera, que no la veías… no la notabas… y no la sentías. Vino a parar a una ciudad muy ciudad, una ciudad muy moderna, una ciudad muy ruidosa… con muchas luces, muchos rascacielos, muchos parques… Cristalda había hecho su viaje a este planeta para recoger unas muestras de pelo, con el solo inconveniente, que en el suyo, el solo roce con uno de ellos (pelos), les causaba la muerte. Tenían dos leones y una cebra en Tiriton, (así se llamaba su planeta), que habían abducido una vez que vinieron a husmear, con el fatal desenlace, que quienes los investigaron, murieron al contacto con el pelo… pero para acabar su estudio científico, necesitaban pelo humano… para ver si en un futuro, podrían convivir Tiritones y terrícolas juntos. Cristalda caminaba

Veo, veo

Gracias Jaime por la foto Domingo por la tarde, me pongo una peli de esas del youtube de clase B, que son las que me gustan para dormitar un rato. Mi caracola ha quedado para ir a dar un paseo. Sigo viendo la peli, es de extraterrestres, pero muy chungos. El niño que los ve por la noche, les llama el hombre de arena, yo como soy miedosica, pues me meto tanto en la peli, que me lo creo y todo. Anochece, me voy a la cocina y pongo en el microondas una bolsita de patatas crudas, pero que las dejas ocho minutos y se cuecen… estoy mosqui por la peli, al final se llevan al hermano mayor, Dios sabe dónde, los extraterrestres y los demás se salvan. Obsesión. Estoy en la cocina con el microondas a tope y las patatas dentro dando vueltas. Yo miro hacia todos lados, por eso de que acabo de ver la peli y tal… me entretengo con una naranja que he visto un poco pocha en el frutero y ¡zas!, la bolsa de las patatas del micro, revienta haciendo un estruendo que del susto casi me caigo de c

Voz de mosca

Gracias a Jaime por la foto. Tiene coraza de armadillo, coletas de niña y su voz es un susurro. Siempre lleva una mochila llena de cositas, cositas de colores… azules, rojas, verdes… pipas, caramelos, galletas… amigos, amigas, hormigas… zapatos, planex, glamur… lleva de todo en esa mochila y lo que más le gusta es compartirlo… “toma, un azul y para ti un chicle”… “yo quiero una carcajada”… “pues toma, una carcajada”. Voz de mosca es única. Su gran amiga es una rata a la que lleva todo el día en la mano, la ducha muy de vez en cuando, tanto, que la rata es blanca y se vuelve negruzca… pero ella es feliz con su rata, porque su rata abre ese sitio cloacoso donde se vierten desechos orgánicos… y eso le gusta mucho a su rata. Voz de mosca es una especie humana diferente… y cuando te pide un abrazo o un beso, es como si otro ser humano te pidiese un trozo de pan o una porción de aire… tiene esa necesidad imperiosa de besos y abrazos… y hoy en día, nadie da besos ni abrazos a

Desde la ventana

gracias Jaime por la foto Purpuras y añiles… que bonita se ve la vida desde la ventana. Rojos que se mezclan con el color del liquido que nos da la vida… Amanecer o atardecer… sol bajito, acariciador, confortador, bienestador. Purpuras en la calle desde la ventana. Sacas la mano y acaricias los colores, aterciopelados… vehículos estaticos, alineados… dibujando perspectivas. Vuela el ave y siento la brisa que sus alas despiden… y el sonido que abraza mis oídos… suave, lento, soporífero. Desde la ventana veo y no veo, oigo y no oigo, siento y no siento… solo la ventana… que me presenta ese espectáculo grandioso. No pises la calle aun, no vayas a romper la pompa de jabón… transparente, envolvente, musical… clic, clic, clic. Farolas pestañeando, ¿se desperezan o adormecen?, ¿se levantan o se acuestan?... da igual, su luz es lo que importa… Vuela el murciélago camino de su guarida… y ese vampiro que se tapa la cara con su capa, negra por fuera, roja por dentro… acecha,

Tiempo, tiempo, tiempo

Las personas que trabajamos, no tenemos tiempo de nada, tenemos que hacer malabares para gestionar el tiempo y que sea efectivo. El otro día me mire al espejo y me asuste… y dije…”¡joder! ¿Quién es esa?”… y resulta que era yo, pero como no tengo tiempo ni para mirarme, pues ni me reconocía… y si me pongo las gafas ya ni te cuento… me las puse para verme de cerca y ya sí que no sabía quién era, ¡madre mía!. Los viernes, salgo del curro en verano a las tres de la tarde. Me voy al súper, porque el sábado quiero hacer una paellita de marisco y tengo que aprovechar el tiempo. Hago la compra y me voy a casa, dejo las bolsas en la cocina y me hago un bocata, la hora que es, no me permite otra cosa. Me voy a la cocina, limpio el marisco (calamares y almejas… poco mas)… y pongo un sofrito de pimiento rojo, ajos, tomate y aceite. Cuando está a medio freír, le añado los calamares a trozos y lo tapo. Me voy a cambiar las sabanas y vuelvo a la cocina. Veo que se está cociendo y no

La tela verde

¡Ay!... que disgusto tengo. Resulta que a mí me gusta mucho ir al cine, aunque no puedo ir muy a menudo, solo una o dos veces al año… pero hay películas que merece la pena verlas en la gran pantalla… ahí, toda grandota, con ese sonido… y si es en 3D ya ni te cuento. Pues esa película que está ahora de estreno… el Moogli, o el libro de la selva, se la ve preciosa, con esos paisajes, esos bichos preciosos y brillantes, ese Moogli dando botes por toda la selva, por todos los arboles… ¡pues no!, el solo esta “quietecico” en un rincón y lo demás lo hace… ¡la tela verde!. Mira, tu coges una tela verde, la pones en la pared y te pones tu remando en una silla, después te vas a tu ordenador, te pones lo que has grabado, con un programa que edite videos, y donde está la tela verde, superpones por ejemplo… ¡Venecia!... y luego lo pones… ¡y que estas en Venecia!... pues eso pasa con el Moogli, que no estaba en la selva, ni había animales, ni ramas, ni lianas… ni “ná de ná”… que decepc

Más "bonica" que ninguna

Hola mami, es sábado por la tarde y he estado pintando… y ahora mismo no tengo nada que hacer… así que, si quieres, voy a poner una peli para las dos. “Más bonita que ninguna” de Rocío Durcal… que se que te encanta… sobre todo, te reías mucho con Gracita Morales y su canción de… “yo soy la vedet, la vedet… de un teatro de revistaaaa aaa aaaaa”… jajajaja, antes daba mucha risa, pero ahora no tanta, aunque cuando he visto esa escena, te he visto con papi, los dos muertos de risa…. Tenía su gracia la Gracita esta. Voy a hacer palomitas, paro la peli un momento, no te vayas. Ya las tengo, las flores jajajaja, tu a las palomitas las llamas flores, que ocurrente eres mami, la verdad es que no me acordaba, y que ricas están… las flores, las palomitas, las flores, las palomitas. Sigamos viendo la peli… y hazte a un lado que veo a papi que también quiere flores y ver la peli, aunque él se ríe mas con los hermanos de “Rocío de la Mancha”. Bueno ya hemos puesto esta, otro sábado

Tus abanicos

Recuerdo mi primer viaje de estudios... fue por todo Andalucía… y recuerdo los primeros regalos que compre, que fueron para ti… un dedal de plata, unas filigranas y un abanico enorme…¡cuánta ilusión te hizo!. Recuerdo que te llame entusiasmada para decirte que salía del museo de Julio Romero de Torres… te llame tan acelerada que te asuste. Entonces había que buscar cabinas para llamar por teléfono… hoy te hubiésemos hecho la vida tan fácil… tenias un “sin vivir” cada vez que viajábamos a algún sitio… “cuando llegues me llamas” y si tardábamos, te ponías al teléfono con una voz muy acelerada… y cuando te decía, “soy yo”, me contestabas con alivio… y que sepas, que eso nos lo has contagiado a todas J . De cada viaje te traía un regalo, pero siempre acompañado de un abanico… ¡te encantaban! Y te juntaste con una colección considerable… la mayoría de ellos te los pinte yo...eras muy calurosa… y para cada ocasión y vestido, te cogías uno diferente. ¡como me gustaba comprarte re